La trisomía en el par de cromosomas 18, también
conocida como síndrome de Edwards (47, XX,+18) o (47, XY,+18), es un trastorno genético poco común de tipo
polimalformativo basado en una aneuploidía (alteración de la cantidad de
material genético en el individuo), se produce como expresión de un balance
cromosómico incorrecto caracterizado por la presencia de tres cromosomas 18, aneuploidía
por exceso de información genética, en este caso. La enfermedad también puede aparecer
por la presencia parcial del cromosoma 18 (translocación equilibrada) o por
mosaicismo en células fetales. Es un trastorno que tiene una mayor incidencia
en el sexo femenino que en el masculino, aunque no muestra predilección por una
raza u otra; es de carácter letal, con expectativas de vida muy reducidas, que
no llegan a superar el año. Es una patología que genera insuficiencias en
órganos vitales, por ello, el periodo de supervivencia habitual en individuos
con esta enfermedad ronda entre 1-3 meses de vida, aún así, hay casos en los que
han llegado hasta 19 años de edad, pero con graves problemas de salud.
Los efectos más graves están producidos en aquellos
individuos con trisomía total 18, presente en torno a un 95-96% del total de
afectados, mientras que son algo más leves en los individuos con translocación
equilibrada en el 18 y los individuos con mosaicismo (alrededor del 3-4%).
En la imagen se muestra el ideograma de un
individuo varón con trisomía completa 18.
Es una enfermedad producida por un exceso de
material genético traducido como una copia accesoria de un cromosoma del par
18, puede producirse tanto la copia entera (trisomía completa) o parcial (se
hablaría entonces de translocación) y la gravedad de los efectos que se producirán en el individuo van a depender de
que se haya producido una u otra patologías, así como también depende del
historial genético del enfermo y el azar.
En función de que se produzca una aneuploidía con
trisomía completa del cromosoma 18 estaríamos hablando de una cromosomopatía de
tipo numérico (2n+1) o si se produjese el incremeto parcial de material
genético por translocación, además de una aneuploidía sería una cromosomopatía
estructural, se produce entonces una anomalía desequilibrada.
La anomalía cromosómica se puede producir en
cualquiera de las dos etapas meióticas en el proceso de formación de gametos,
se produce un fallo en la congregación de las células hijas (no-disyunción
meiótica). De esta manera uno de los gametos presentará 24 cromosomas, teniendo
así una pareja de cromosomas 18, de tal manera que al combinarse con un gameto
del sexo contrario, el individuo resultante presentará 47 cromosomas, con esta
trisomía característica. En múltiples estudios realizados por científicos como
Kupke y Muller (1989), Fisher (95), Eggermann(96), Bugge (98) se observó que en
el 50% de los casos la no disyunción de los cromosomas en la ovogénesis
(formación de gametos maternos) se había producido en el proceso de miosis-II
(lo cual difiere de otras trisomías humanas estudiadas en las que la mayoría de
anomalías se producen en la fase de meiosis-I, también en la ovogénesis).
Aunque las causas de las trisomías siguen investigándose se atribuyen, en
parte, actualmente, a polimorfismos maternos en determinadas enzimas implicadas
en el metabolismo. Se ha estipulado que la enfermedad está derivada de una
deleción del brazo “p” y una triplicación del brazo “q” por una división
incorrecta en la fase meiótica. Diferentes investigaciones han propuesto que el
origen de las trisomías en el par 18 puede estar relacionado con un aumento de
los polimofismos en el gen que codifica para la enzima reductasa metilen
tetrahidrofolato (MTHFR), este gen fue aislado en 1994 y contiene 2196 pares de
bases. Es también posible que la alteración se produzca en alguna de las etapas
mitóticas post-zigóticas (lo que produciría individuos con miosaicismo).
Es corriente, dentro del síndrome de Edwards,
aunque menos frecuente, encontrar una trisomía por traslocación en el par
cromosómico 18 debido a que un fragmento del cromosoma 18 se pega a otro
cromosoma (antes o después de la unión de gametos) por lo que los individuos
contarán con la pareja de cromosomas habitual más el fragmento adherido, como
se ha dicho, en este caso se producen anomalías en el individuo pero son de
menor gravedad que las producidas con una trisomía completa, ya que presentan
un fenotipo incompleto, pero no llega a ser una trisomía total. También
encontramos individuos con mosaicismo en células fetales (es mucho menos
frecuente que las dos alteraciones genéticas anteriores, se estima en un 3% del
total de casos con esta enfermedad), se caracteriza porque los individuos
tienen esta trisomía sólo en algunas células, pero no está presente en otras.
Buenas
ResponderEliminarMe ha parecido interesante ver que una traslocación de parte del cromosoma 18 a otro cromosoma cuente como trisomía, aunque no suponga las mismas complicaciones como decís. Muy útil la entrada