miércoles, 9 de abril de 2014

CLÍNICA DEL SÍNDROME DE EDWARDS (III) (por Inés Bartolomé Oterino)

3. Epidemiología
El riesgo de concebir un niño con síndrome de Edwards incrementa con la edad de la madre. Aumentando notablemente el riesgo a partir de los 34.7 años. A los 35 años es de 1/2500 mientras que a los 43 es de 1 /500. Siendo la frecuencia normal 1 de cada 6000-8000nacidos.Es la tercera enfermedad genética más frecuente después del síndrome de Down y la microdeleccion 22q11.
El síndrome de Edwards es más frecuente en niñas que en niños. En una serie de 143 casos el 80 por ciento fueron hembras, se da aproximadamente proporción 4:1. Se presenta en todas las zonas geográficas y razas por igual sin ningún factor a destacar.
El 95 % de los casos corresponde a trisomías completas.
La mayoría de los casos de trisomía 18 no se hereda, porque ocurren como eventos aleatorios durante la formación de óvulos y espermatozoides, pero la translocación de la trisomía 18 se puede heredar. Se ha observado que el 50% de los errores en la separación de los cromosomas en la ovogénesis se presentaron durante la meiosis II.
Las causas de la no disyunción cromosómica no se conocen a ciencia cierta pero se piensa que está relacionada con polimorfismos maternos en enzimas que participan en procesos metabólicos.
No se conocen exactamente los factores que contribuyen a la supervivencia prolongada pero está asociada al sexo femenino y a raza distinta a la blanca, aunque no se ha demostrado una mayor supervivencia en los casos de mosaicismo ( condición en la que un individuo tiene poblaciones de células que difieren en su carga genética).
4. Tratamiento
No se conoce la cura para el síndrome de Edwards. Por lo que el tratamiento actual consiste en cuidados paliativos ya que aunque la cirugía puede tratar algunas de las cuestiones del síndrome, no es recomendable para el interés de un niño cuyo pronóstico es de días o semanas.
Entre el 5-10 % de niños sobreviven al primer año de vida por lo que necesitan tratamientos apropiados para los síntomas que presentan.
Por ejemplo: para el estreñimiento que presentan debido al tono de los músculos abdominales (les produce malestar, irritabilidad, y problemas de alimentación) se usan fórmulas especiales de leche, medicamentos anti-gas, laxantes, ablandadores de las heces y supositorios. No se deben hacer enemas pues pueden agotar los electrolitos del niño o alterar la composición de fluidos de su cuerpo.
Es aconsejable desde las primeras instancias el tratamiento fisioterápico consistente en estimulación global motora y sensorial, explicación a la familia del tratamiento postural para evitar la progresión de las deformidades, normalización del tono muscular, flexibilización raquídea, estimulación del control cefálico y fisioterapia respiratoria para facilitar el despegue y drenaje de secreciones.
Los niños con este síndrome pueden requerir un tratamiento para síntomas como: Convulsiones, hendiduras faciales, espina bífida, neumonías, infecciones del oído, ojos, tracto urinario o senos, hidrocefalia, episodios de apnea, presión arterial elevada, hipertensión pulmonar y enfermedades cardíacas congénitas.
5. Pronóstico
El promedio de supervivencia es menor a 4 meses, produciéndose la muerte principalmente por  neumonía o fallo cardiaco. Aproximadamente el 90-95 % mueren antes del 1 año. Aquellos que superan su primer año de vida lo hacen con problemas de desarrollo y síntomas graves. Excepcionalmente se conocen casos que han llegado a la adolescencia. La tasa de mortalidad es del 2 % a los 5 años de vida. Las niñas presentan una mayor tasa de supervivencia.
No obstante presentan cierta capacidad de aprendizaje, aunque muy limitada. Su capacidad de comunicación verbal es casi nula (4 o 5 palabras).


Ejemplo de caso clínico de una niña adolescente en este enlace:

http://zl.elsevier.es/es/revista/anales-pediatria-37/tratamiento-rehabilitador-paciente-sindrome-edwards-larga-supervivencia-13116721-cartas-al-editor-2008



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